Hoy, como cada 5 de marzo, se conmemora el Día Mundial de la Eficiencia Energética, fecha en la que se pretende concienciar a la población sobre el uso racional de energía, utilizándola de forma eficaz y promoviendo alternativas energéticas renovables. Este concepto surgió por primera vez en 1998, en la “Primera Conferencia Internacional de Eficiencia Energética”, que se desarrolló en Austria, como una medida frente a la posibilidad de un agotamiento de las fuentes de energía fósiles a corto plazo. En esta reunión participaron expertos y líderes de diferentes países, quienes discutieron las posibles soluciones para una futura crisis energética y las políticas que podrían aplicarse para contrarrestar el cambio climático.
Para que la eficiencia energética sea asumida por los gobiernos, es necesario generar políticas, que garanticen el control y la mejora en la energía, a través procesos de producción más limpios. Asimismo, es necesario educar a la población generando un cambio de actitud sobre la importancia de cuidar este recurso.
En ese sentido, el Ministerio del Ambiente del Ecuador (MAE), a través de la Subsecretaría de Cambio Climático, trabaja desde diferentes frentes como la promoción del uso racional de la energía en el Ecuador, aplicada a oficinas y hogares; iniciativas de reducción de Gases de Efecto Invernadero (GEI); y la mitigación del cambio climático. Esto dentro del marco de transformación de la matriz energética del país, que busca establecer un equilibrio entre el crecimiento económico y la conservación del ambiente.
Para ello, el MAE con el propósito de generar una responsabilidad ambiental y promover un consumo amigable con el ambiente presentó en el 2013, la “Guía práctica para el ahorro y uso eficiente de energía”, en la que se plantean tres objetivos: ahorrar energía, utilizándola de una manera consciente; hacer uso eficiente e inteligente, para conseguir más por menos; y usar energía de fuentes renovables. A través de la socialización de esta herramienta se busca aportar a la reducción de la presión sobre los recursos naturales, colocando como actores principales a los ciudadanos.
Asimismo, la Máxima Autoridad Ambiental ejecuta acciones de mitigación NAMAs, por sus siglas en inglés, en las que se enfocan en dos puntos: el reemplazo del uso de Gas Licuado de Petróleo (GLP) por electricidad (hidroelectricidad) en cocción, en la que se busca sustituir el GLP a partir de la introducción de cocinas eléctricas a inducción; y la Optimización en la generación eléctrica y Eficiencia Energética en campos de producción petrolera, en la que se pretende cambiar el diesel y petróleo crudo por gas natural asociado e hidroelectricidad.
Finalmente, esta Cartera de Estado en coordinación con otras instituciones contribuirá al control del uso de recursos y a la implementación de tecnologías para la producción eficiente, a través de la Certificación Carbono Neutral, que es un instrumento para la contabilización, reducción y compensación de emisiones de gases de efecto invernadero generadas por el sector público y privado. Actualmente, se emite un acuerdo Ministerial que posiciona al MAE como la autoridad máxima de Carbono Neutralidad. Se tiene previsto que ésta certificación sea publicada y socializada en abril de este año.
De este modo, se logra establecer el vínculo entre el sector productivo, la mitigación del cambio climático y la conservación del patrimonio natural.